"Si el Gobierno no toma medidas contra Ryanair, pararemos el país". Así de tajante se expresa un dirigente sindical en declaraciones a elEconomista. Y es que los agentes sociales están hartos de lo que consideran una competencia desleal por parte de la aerolínea de bajo coste irlandesa y quieren empezar a tomar medidas, entre las que no descartan un paro general del sector si no se les escucha.
Las mismas fuentes aseguran que los sindicatos CCOO, UGT y Sepla (este último es el que agrupa a la mayoría de los pilotos) están preparando un documento que estará listo antes de que finalice el mes de septiembre y que presentarán a tres ministerios: Trabajo e Inmigración, Economía y Hacienda y Fomento.
En el escrito, detallarán sus quejas sobre Ryanair. Entre otros aspectos polémicos, explicarán a la cartera dirigida por Elena Salgado que los pilotos y los trabajadores de tierra de la aerolínea dirigida por el excéntrico empresario Michael O`Leary, por ejemplo, no pagan sus impuestos en España pese a que operan sus vuelos aquí.
En el caso del Ministerio capitaneado por Celestino Corbacho, se le indicará que Ryanair no cotiza en España y que el derecho de sindicación de los trabajadores de la aerolínea de vuelos baratos no existe, por lo que se les aplica unas condiciones leoninas en sus contratos.
En el caso del Ministerio de Fomento, los sindicatos recordarán a José Blanco la equivocada política en los aeropuertos que aplica y que les está dando una ventaja competitiva sobre otras aerolíneas.
La gota que colmó el vaso se precipitó en julio, cuando el Gobierno aprobó un paquete de medidas del sector aéreo entre las que se encuentra la exención de pagar las tasas aeroportuarias a las aerolíneas que en 2009 superen los pasajeros que transportaron en 2008. Esta ventaja beneficia sobre el papel a Ryanair y podría también ser aplicada en el caso de EasyJet.
Medidas equivocadas
El resto de compañías aéreas de capital español no podrían aprovecharse de esta exención porque sus pasajeros van a caer. Sólo en el caso de que la nueva Vueling (VLG.MC) compare su cifra de pasajeros con la antigua (antes de la fusión con Clickair), podría entrar entre las afortunadas, pero todavía se desconoce qué baremo le aplicará el Ministerio de Fomento, ya que si suma los clientes de Vueling y Clickair y los compara con los de la nueva Vueling, saldría perdiendo.
Otro de los temores de los sindicatos es que Ryanair consiga un trato de favor en aeródromos como Barajas, concediéndoles un pasillo verde. En el argot del negocio aeronáutico, se entiende por pasillo verde cuando una aerolínea embarca a sus pasajeros sin necesidad de utilizar ni finger (pasillos móviles) ni maceteras (los autobuses que los trasladan de la terminal al avión). De esta manera, los clientes van de la sala de espera al avión andando unos pocos metros, lo que permite a la aerolínea una mayor capacidad de rotación de sus aviones y un menor tiempo de espera respecto a la competencia, que tiene que utilizar los otros dos sistemas.
La compañía irlandesa ha cambiado de estrategia en los últimos años en el mercado español. Empezó a trabajar en aeropuertos secundarios, pero rompió ese esquema cuando decidió poner una base de operaciones en Barajas. En los últimos meses se ha rumoreado que también está valorando la posibilidad de establecer otra base en El Prat. Los sindicatos temen que si lo consigue y se le da ese trato de favor en los servicios aeroportuarios, dañe a sus competidores.
Parte de los ingresos que Ryanair recibe en España provienen de acuerdos a los que llega con entidades locales (Cámaras de Comercio, Diputaciones, Comunidades Autónomas), gracias a los que ayuda a fomentar el turismo a cambio de una subvención.
Este periódico intentó ponerse en contacto con un portavoz oficial de Ryanair para conocer su opinión, pero no estaban operativos. La compañía de bajo coste ya tuvo un contencioso en Francia, donde la Justicia declaró ilegales algunas ayudas.
UGT, CC OO y Sepla esperan que se unan otros sindicatos a la iniciativa como Stavla (auxiliares de vuelo), Sitcpla (tripulantes de cabina) y Asetma (mantenimiento).
Fuente: elEconomista
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